sábado, 15 de diciembre de 2007

Esperado reencuentro...

Tal como les había comentado los jóvenes estudiantes de la promo `67 tenían la intención de juntarse... este anhelado reencuentro se produjo en nuestra localidad el día 2 de diciembre...
Fue algo especial... una idea para imitar... ¡se sintieron tan bien que se les traslucía en la cara, en los gestos! al conversar unos momentos con ellos conmovía el hermoso sentimiento que guardan de nuestro querido Serrano... ese Serrano de calles de tierra y de "pupilos" en los Colegios: el de los "Curas" y el de las "Monjas"... el Serrano que tiene tantos recuerdos guardados en esas paredes del "Colegio San Alberto y San Enrique"...
Les pedí unas crónica... que contaran con sus palabras lo que sintieron cuando llegaron a nuestra localidad, al encontrarse despues de tantos años!!! y como "lo prometido es deuda" han cumplido enviándome este hermoso relato que copio textualmente para que los emocione:
"Cumpas:
Estas líneas comenzaron con el propósito de colgarlo en el blog de Serrano, tal como lo había solicitado Liliana, pero con el andar del relato, me dí cuenta que se los estaba escribiendo para ustedes, con el corazón.
Los quiero mucho.
Un abrazo
Rene
"EL ENCUENTRO"

Primero fue Carlos, en octubre del 2006, quien me sorprendió con un llamado telefónico. Una vez identificado y superado el asombro, me comentó entre muchas cosas:
- René… el año que viene cantamos las cuarenta de egresados. Algo hay que hacer!!
- Estás seguro? sacaste bien la cuenta? Mira que a vos nunca te seducieron las matemáticas! A ver dejame calcular… tenés razón!! Y si, algo hay que hacer.
Luego fueron Pichi y Cima, quienes por marzo de este año, me llamaron a dúo:
- Tantos años… ¿así que estás en Villa Regina, dónde demonios queda?
- En Río Negro. Patagonia Argentina, estamos de moda.
- ¿Sabés Canguro que este año cumplimos cuarenta años de egresados?
- Sí! me lo comentó Carlos hace algún tiempo. Yo tengo su fono y me pasó el de Falquito, con ambos estoy comunicado: anotá. El de Luisito te lo consigo fácil, lo suelo ver cuando viajo a Laboulaye, aunque hace mucho que no voy. Volviendo al tema, tienen razón, algo hay que hacer.
A Quique y al Beto los únicos “externos” del grupo fue fácil ubicarlos: viven en Serrano como entonces.
Enseguida apareció Omar, y más tarde ubicaron al Gringo en La Plata.
La lista se completó trabajosamente con Tiserita. Infructuoso fue explorar por Internet los padrones electorales, el banco de datos de la Afip, etc. Finalmente Omar, como buen hombre de campo, lo rastreó y encontró por Quilmes.
-Estamos completos muchachos solo nos falta fijar la fecha, conseguir un hotel y un lugar para el encuentro. Contamos con Quique y los que estamos mas cerca podemos hacer un viaje previo para darle una mano. Con el Cole no contamos, no vio nada de entusiasmo cuando planteó nuestra idea (nos informó Pichi) ¡pero seguimos entusiasmados!
- Mirá Pichi, te otorgamos solemnemente el grado de Comendatore y encargate de coordinar todo, dale una mano a Quique, exclamaron al unísono los mails, que a esta altura fueron y vinieron plenas de relatos y fotos de esposas hijos y nietos.
Al fin llegó la ansiada fecha convenida.
Aquel primer día de diciembre recorrí lentamente el último tramo de los 850 kilómetros que me separan de Serrano, dejándome invadir por el verde infinito de la llanura pampeana, su fragancia y su aire; en definitiva por el profundo e indeleble paisaje de mi niñez y adolescencia, que un día abandoné en busca de futuro, hace ya tanto tiempo.
Las siluetas inconfundibles de las torres de la iglesia junto al Colegio se dibujaron en el horizonte y promediando el día, me encontraba transitando las calles de Serrano, a las que les había crecido el asfalto, tratando de adivinar que cosa había en lugar de los nuevos edificios, buscando viejas huellas de los bares cansinos de antaño, donde despuntábamos algún café, o intentando descubrir la casa de algún viejo amigo. En esencia, continuaba siendo el pueblo aquel que recorriera tantas veces.
Al primer abrazo con Quique y Pichi, que me estaban esperando, le sucedió el almuerzo con buen vino y mejor conversación en casa de Quique.
Un breve descanso reparador y al filo de la tarde fue llegando el resto de los muchachos: Isequilla, Falco, Cimadamore, de Carlo, Magliano, (no se porqué esa costumbre de llamarnos por el apellido que conservamos desde la época de pupilos) y el profe Barnard que no quiso perdérsela. Mendía y Tisera no pudieron venir y Pomero tal vez iría un rato a la cena. Buxó hace tiempo que no está más con nosotros.
Aunque a algunos de mis compañeros no los había vuelto a ver a lo largo de todos estos años, no fue difícil reconocerlos: la alegría del encuentro pintaba en sus rostros una sonrisa igual a la que -recuerdo- adornaba sus alegrías juveniles.
La cena no fue frugal: una abundante entrada de sabrosas anécdotas, por plato central un popurrí de recuerdos inolvidables y de postre, la historia de nuestros últimos cuarenta años.
Luego sobrevino el brindis, con palabras emocionadas (y la visita de “la seño” Marta Ortego), un largo café en el club y el albor de la madrugada que nos invitó a descansar con la propuesta de “mañana la seguimos”.
El domingo nos convocó un lechoncito crocante, de cosecha propia, asado por Pichi. La sombra reparadora del parque, el vino patagónico y el mate afectuoso ayudaron a prolongar la tertulia hasta la tardecita.
Abrazos interminables, promesas de no estirar ausencias, y nos fuimos desgranando nuevamente por los caminos del tiempo y de la vida.
Implacable, la campana que anunciaba el fin del recreo espiritual que significó revivir nuestro tiempo adolescente, pleno de quimeras, de utopías, de amistad y amor, finalmente sonó.
Hoy, vuelto a clase de la vida, tratando en vano de esquivar al destino, intuyo que no seremos los mismos después de aquel 1º de diciembre.
Y cada vez que lo evoque, junto a una sonrisa, tal vez se me piante un lagrimón.
HASTA PRONTO MUCHACHOS!! Y GRACIAS ¡!
Rene Siro Elía
Perito Mercantil - Primera Promoción
Instituto San Alberto y San Enrique
Serrano (Cba)

PD: Carlos, estabas equivocado, no pasaron 40 años: apenas si tuvimos hora libre…
!
¡¡Felicitaciones René por el bellísimo relato que nos ha regalado!! Un verdadero pintor... pero con hermosas palabras exquisitamente elegidas... Pichi me lo reenvió con el título: "Envío un archivo de un poeta de la promo 1967"
Al día siguiente de la fiesta los encontré en el parque del Complejo Enrique Oostendorp... como no podía ser de otra manera ¡¡¡comiéndose ese rico asadito!!! En sus manos cada uno tenía una tarjeta del ISAySE con los egresados 2007 y una tarjeta que tenía sus nombres... ¡Cuánto lamentaron que esta invitación llegara tan tarde... ya que en esos pocos días que restaban para el acto les era imposible participar del acto al cual estaban invitados! Algunos recordaban cuando vinieron a la fiesta de los 25 años... pero estos días compartidos fueron especiales... inolvidables... ¡una cita con el pasado! y una promesa para el futuro... ¡¡volver a encontrarse!!
(Gracias a Quique, Pichi, René por la información y fotos suministradas)

1 comentario:

Ana María Elía dijo...

Liliana:
siempre estamos en contacto y soy, por cuestiones profesionales relacionadas con "la Sarmiento", una lectora del blog. Sin embargo las vacaciones del trabajo se unieron a las de las bùsquedas internetianas y hacia más de un mes que no entraba al blog. Hoy me encontraste en el ciber espacio y me preguntaste. ¿No leiste lo que tu hermano mandó despues del encuentro? y no me alcanzó el tiempo pra los clickeos impacientes del mouse.
¿Qué decir?
Sólo que después de la lectura atiné a decirte lo que ahora repito Gracias!