lunes, 2 de junio de 2008

Sergio Fernández... un Nuevo Sacerdote!!

Sí... fue un día muy especial para él y para tanta gente de Serrano que lo aprecia...
Para las personas que hace un tiempo no están por nuestro pueblo no piensen ¿Quién es este Sergio?¿Hijo de que Fernández? Porque en realidad Sergio pasó por nuestro pueblo y en ese transitar de algunos años en los que convivió con el padre Gabriel y luego con el padre Pablo supo ganarse amigos y hacernos conocer su gran vocación sacerdotal...
Fue un o más por nuestra zona (ya que también se acercó mucho a la gente de Melo), amable con los mayores, amigo de los jóvenes, compañero de charlas interminables con los adolescentes y también ¡por que no! cuando era necesario algún reproche o reto...
Bajo esa mirada seria emergía siempre una sonrisa y si lo queremos describir podemos decir que este señor que fue también Coordinador de Catequesis en el Instituto San Alberto y San Enrique y se mostró siempre super organizado, meticuloso y muy ordenado.
Pero les contamos lo que ocurrió el pasado viernes 30 de mayo cuando Sergio fue el centro en esta ceremonia en la que se le impuso el Orden sacerdotal y que fuepresidida por un obispo de nuestra diósesis Monseñor Eliseo Martín:
El día Viernes 30 de mayo la ciudad de Río Cuarto amaneció distinta… además del frío intenso y el alboroto por los cortes en sus rutas de acceso, ese día uno de sus hijos daría un paso trascendental en su vida… se ordenaría de sacerdote. Le había llegado el momento a Sergio Darío Fernández, quien culminó sus estudios en el Seminario Mayor “Jesús Buen Pastor”.
La Misa se llevó a cabo en la Parroquia “Santa Lucía” del Barrio Fénix. Algunos llegamos temprano, si bien la celebración comenzaba 20:30 hs. preferimos tener nuestro lugarcito un rato antes. En los minutos previos al comienzo se empezó a poblar la hermosa parroquia que estaba toda preparada para tan importante evento, los colores elegidos eran los papales: amarillo y blanco para las flores y telas. En el tumulto de gente podíamos ver a personas de Serrano, Melo y Laboulaye; estudiantes que viven en Río Cuarto; los Sacerdotes de la Diócesis (varios de los que han pasado por acá: Jorge A. Soldera, Roberto “Pinoqui” Galeano, Jorge “Caqui” Baudana, Hoacio Pomba y obviamente Pablo D. Pinamonti); jóvenes de la Parroquia “Los Sagrados Corazones”; niños del predio “Ciudad de los Niños”; y la comunidad de Corral de Bustos, lugar donde en la actualidad se encuentra Sergio.
La Eucaristía fue emotiva, la presencia de familiares (madre, hermana, tíos y primos), amigos o simplemente conocidos del barrio que lo vio nacer dieron el marco ideal para la celebración. Cada rito que se presentaba era muy importante: el postrarse ante el Obispo, el atar los nudos en el lazo que envuelve las manos, todo se daba de fondo con la música hermosa del coro de jóvenes que cautivaba al oírlo.
Después le tocó el turno a la cena que nos sorprendió a todos los presentes. Sin costo alguno para los participantes se llevó a cabo en “Ciudad de los Niños”. Esta consta de un predio con Capilla, Departamentos y un Salón grande con escenario, cocina y baños. Las mesas estaban dispuestas en tiradas largas y designadas para comunidad o grupo que había confirmado su participación, la decoración era similar a la presentada en la Iglesia. Los anfitriones, que fueron los niños carenciados que se alojan en este lugar, habían realizado un enorme panel con un juego de la oca que simulaba el trayecto de Sergio desde el momento que ingresó al Seminario hasta el día de su ordenación y una caricatura que resaltaba sus características físicas con toque de gracia..
El menú fue: empanadas fritas de carne, tallarines con salsa y pollo, helados, y finalmente la torta. Después de las palabras de agradecimiento de Sergio hubo música en vivo y un video con imágenes de la vida y actividades del nuevo Sacerdote. En las palabras que dirigió tomó la frase de su tarjeta de invitación: “alzaré el cáliz de la salvación” y mencionó a cada una de las personas o grupos que marcaron su vida o que le dieron cierta enseñanza y lograron que hoy llegara este momento.
Para concluir: fue una noche hermosa que reunió a 400 personas que se trasladaron en tráffic o vehículos particulares y quisieron ser testigos de este importante acontecimiento que marca a Sergio, su familia y la comunidad cristiana en general que se alegra y festeja porque alguien desea dar su vida al servicio de la Iglesia.
En esta ceremonia, el obispo le confirió a Sergio, que ya era diácono, el sacramento del Orden sacerdotal y por el mismo ya forma parte de la jerarquía de la Iglesia Católica.
Querido Sergio: Mediante este sacramento fuiste invitado a proclamar el Evangelio, a celebrar los divinos misterios y a guiar al Pueblo de Dios...
¡¡Que el Señor te guíe en ese camino que has elegido!!

Le pedí a alguien que me describiera a Sergio y esto me dijo:

"Sergio Darío Fernández llegó a la comunidad de Serrano a fines del año 2004. En ese entonces estaba como Administrador Parroquial el Pbro. Lic. Gabriel A. E. Rodríguez. Desde un primer momento Sergio estuvo colaborando con el área de catequesis coordinando todas sus actividades junto a las catequistas y hasta se desempeñó como docente de Formación Cristiana en el Instituto “San Alberto y San Enrique”.
Describirlo es algo difícil ya que su personalidad tiene un poco de todo, si bien es serio, organizado, meticuloso en sus labores, ordenado y prolijo con sus pertenencias y un poquito quisquilloso con algunas cuestiones, los toques de comprensión, alegría y ocurrencia lo convierten en alguien fantástico para el trabajo grupal y sobre todo con jóvenes.
Siempre con su “lápiz y papel en mano” para tomar nota de cuanta idea se le ocurriese, ya sea para organizar su calendario o para mejorar alguna característica de los grupos parroquiales (Manzaneras, Cáritas, Catecismo, Coro) siempre él estuvo al pie del cañón.
Mientras convivió en Serrano, gustaba del mirar partidos fútbol en casas de amigos (fanático de boca) o comer asados con conocidos. Todas las mañanas iba al Instituto a media mañana a compartir unos matecitos amargos, y si el tiempo no se lo permitía el paso obligado era después de almorzar en el Centro de Ciudado Infantil pasar por la cocina del colegio por un café caliente."

¡¡¡GRACIAS A SERGIO POR ESTOS AÑOS QUE NOS REGALÓ Y A LA PERSONA QUE NOS ENVIÓ EL TEXTO GRACIAS POR EL APORTE!!!

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